¿Cuántas veces usted, padre, madre, profesor, ha
regañado a un niño porque no logra aprender a leer o escribir? ¿Cuántas veces
ha llegado al punto de la desesperación porque es incapaz de memorizar las
tablas de multiplicar? Pero ¿se ha preguntado si el infante podría padecer
algún trastorno?
Obviamente estas son
preguntas retóricas, pero a la vez intentan servir como un llamado de atención
para quienes desconocen que existen condiciones, como la dislexia, que provocan
dificultades en el proceso de aprendizaje durante la niñez.
Según Raquel Corral,
especialista en dificultades de aprendizaje, la dislexia es un trastorno que
impide a quienes lo padecen adquirir los conocimientos básicos de lectura y
escritura de forma adecuada. Pero destaca que los disléxicos tienden a ser muy
creativos e inteligentes en otros aspectos, pues desarrollan bastante bien
otras habilidades.
¿Hereditaria o
adquirida?
Sus causas
“Si no prestamos atención a esta situación podemos perder mentes brillantes. Hay grandes famosos que son disléxicos y son auténticos genios”, subraya la experta Raquel Corral. Esta anomalía es hereditaria, pero también puede ser adquirida por medio de cirugías en el cerebro, quimioterapias o derrames. Y aunque es más común en la niñez también se presenta en adultos porque suele pasar inadvertida y no ser diagnosticada a tiempo.
Sus causas
“Si no prestamos atención a esta situación podemos perder mentes brillantes. Hay grandes famosos que son disléxicos y son auténticos genios”, subraya la experta Raquel Corral. Esta anomalía es hereditaria, pero también puede ser adquirida por medio de cirugías en el cerebro, quimioterapias o derrames. Y aunque es más común en la niñez también se presenta en adultos porque suele pasar inadvertida y no ser diagnosticada a tiempo.
Paciencia y ternura
frente a la dislexia
Si en la etapa inicial de la escuela los pequeños tardan mucho para empezar a hablar, si no logran identificar las letras, si les cuesta aprender los meses y/o los días de la semana, presentan inconvenientes con las tablas de multiplicar, si son torpes para los deportes, escriben lento o tardan mucho haciendo una tarea, podría existir algún trastorno de aprendizaje como la dislexia.
Si en la etapa inicial de la escuela los pequeños tardan mucho para empezar a hablar, si no logran identificar las letras, si les cuesta aprender los meses y/o los días de la semana, presentan inconvenientes con las tablas de multiplicar, si son torpes para los deportes, escriben lento o tardan mucho haciendo una tarea, podría existir algún trastorno de aprendizaje como la dislexia.
Raquel Corral,
embajadora en América Latina de la Organización Internacional de las
Dificultades de Aprendizaje (OIDA), indica que pese a todo lo anterior los disléxicos
pueden memorizar una película completa, ya que tienen una memoria visual y
auditiva espectacular.
“La dislexia se
considera el trastorno invisible, porque los disléxicos son niños inteligentes,
creativos, por eso es difícil detectarla, pero si el niño tiene un buen
ambiente en la escuela, en la casa y a los siete años no ha adquirido la
lectura y la escritura a pesar de los esfuerzos, es probable que haya un
problema”, resalta.
Según la
especialista, algo preocupante es que a menudo los disléxicos tienen mucho
deseo de aprender y al no lograrlo se sienten frustrados, se recriminan a sí
mismos, esto puede provocar una disminución de su autoestima,
circunstancia que empeora su condición.
Es por esta razón
que empiezan a tenerle fobia al colegio y a decir que se sienten enfermos para
no asistir. Es aquí cuando viene la somatización y los trastornos mórbidos.
“El 40% de los
disléxicos suele tener déficit de atención (TDA), trastornos obsesivos
compulsivos, negativismo desafiante, síndrome de Asperger, es decir, a la
dislexia pueden asociarse una serie de trastornos”, afirma Corral.
Exhortaciones
A quienes conviven con personas que padecen esta clase de condiciones, la experta les sugiere ante todo paciencia, que los traten con dulzura, sin utilizar palabras ofensivas ni hacerles cuestionamientos porque “los disléxicos son increíblemente sensibles”.
A quienes conviven con personas que padecen esta clase de condiciones, la experta les sugiere ante todo paciencia, que los traten con dulzura, sin utilizar palabras ofensivas ni hacerles cuestionamientos porque “los disléxicos son increíblemente sensibles”.
Corral plantea que
lo primordial es cambiar el discurso de negativo a positivo, porque la forma en
que se les enseña es fundamental para que ellos puedan captar los mensajes.
Dice que a base de entrenamiento la dislexia se supera de manera satisfactoria.
Señala que a veces
sólo con el cambio de actitud hacia los pacientes estos empiezan a mejorar de
inmediato, incluso de un día para otro, porque se sienten automotivados.
“Con el regaño no se
consigue nada, al contrario, el niño se cierra más, se debilita su autoestima y
podemos provocar que tenga problemas de comportamiento. Jamás podemos decirles
que son brutos. Es preciso hacerles entender que son importantes”, exhorta
Corral.
Sugerencias
La experta aconseja que cuando un padre o el profesor nota algún síntoma en un niño debe acudir de una vez con un especialista para analizar si algo está pasando; básicamente para determinar de qué se trata, porque “como la dislexia no viene sola” es necesario identificar el trastorno para proceder con el tratamiento correspondiente.
La experta aconseja que cuando un padre o el profesor nota algún síntoma en un niño debe acudir de una vez con un especialista para analizar si algo está pasando; básicamente para determinar de qué se trata, porque “como la dislexia no viene sola” es necesario identificar el trastorno para proceder con el tratamiento correspondiente.
Otra recomendación
es que los disléxicos deben estudiar es su lengua materna porque para ellos es
muy difícil aprender nuevos idiomas.
Concienciación
A juicio de la especialista, uno de los principales problemas en cuanto a las dificultades de aprendizaje es el escaso conocimiento sobre el tema y es por ello que considera necesario concienciar a los padres, maestros y a la población en general respecto a estas.
A juicio de la especialista, uno de los principales problemas en cuanto a las dificultades de aprendizaje es el escaso conocimiento sobre el tema y es por ello que considera necesario concienciar a los padres, maestros y a la población en general respecto a estas.
Subraya que es
preciso hacer entender que el cerebro de los disléxicos funciona de manera
diferente, que su proceso de aprendizaje es lento y se les retrasa la
comprensión. Es por esta razón que necesitan ayuda, pero sin presión.
Corral apunta que en
estos casos los padres son el pilar esencial y por eso deben estar conscientes
de la situación e implicarse por completo en el problema; es en ellos en
quienes recae la mayor responsabilidad del refuerzo escolar, de reeducar a sus
hijos para que consigan superar sus dificultades sin medicación, porque “para
mí la reeducación es lo ideal, yo evito la medicación en la medida de lo
posible”.
“Esto tenemos que
darlo a conocer, porque el sistema educativo no está construido para este tipo
de cabecitas; por eso los educadores de primaria deben saber de qué se trata
este trastorno para salvar la etapa escolar inicial, que es la más dura e
importante y ellos (los disléxicos) merecen una oportunidad”, enfatiza.
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